Antes se cantaba a una imagen del santo que una religiosa sacaba a una ventana del Hospital Militar, hoy Consejería de Educación del Gobierno de Navarra. En 1943 se trasladaron a un local más grande por la demanda de socios en la calle del Carmen 28. Allí se celebraron los conocidos, por aquel entonces, bailes de «El Bullicio» que servían para pasárselo bien y para sufragar los gastos de las fiestas.